Esther Morandeira: Rotaria tenaz de profundas lealtades.

Aficionada a la tauromaquia y defensora de las tradiciones, la letrada es experta en temas civiles y tiene en la política otra de sus pasiones.

Con el objetivo de «estimular el conocimiento mutuo y la amistad como ocasión de servir y la buena fe como norma en los negocios y en las profesiones; el aprecio de toda ocupación útil y la dignificación de la propia en servicio de la sociedad», la abogada gijonesa María Esther Morandeira Vega (1973) decidió entrar a formar parte del Rotary Club de Gijón, una institución constituida en 1926, reactivada en 1987 y que desde hace unos días preside esta mujer «trabajadora, leal y tenaz» que goza «de un gran sentido del humor, muy gijonés»”.

Son muchos los retos que tiene ahora por delante al frente del Rotary Club, como culminar este año la reforma de San Esteban del Mar, en El Natahoyo. Tiene clara su vocación de servicio, pues así lo reconocía ella misma en una entrevista en este periódico cuando se la nombró sucesora de Mariano Marín. «Que en tu ciudad puedas hacer cosas que mejoren la vida cultural o el medio ambiente, merecen la pena», confesaba Morandeira, consciente «de la responsabilidad de gestionar una entidad con el prestigio que tiene». Quienes están codo con codo con ella en el Rotary, donde ingresó hace cuatro años, tienen claro que «será una buena presidenta, ha interiorizado la filosofía de los rotarios, y ha entendido lo importante de dedicar parte de su capacidad personal y laboral para la sociedad», defienden sus compañeros.
Pero lejos de las iniciativas altruistas a través de los rotarios, esta mujer de firmes y conservadoras convicciones también se entrega en otra de sus pasiones, la abogacía. Desde su despacho de la plaza de Europa se ha convertido «en una gran profesional», reconocen sus colegas letrados, especializada en Derecho Civil, especialmente en lo relativo a herencias, sucesiones y temas matrimoniales. Cursó sus estudios en la Universidad de Oviedo y pasó a formar parte del Colegio de la Abogacía de Gijón en 1997, con Agustín Antuña como decano. Pasó cinco años de pasantía al lado de José Joaquín García, donde dejó un grato recuerdo por su «capacidad de trabajo» y una forma de ser amable que ha permitido que el vínculo personal perdure en la actualidad. De hecho, Morandeira no dudó en arropar a su mentor cuando éste se postuló para convertirse en Decano de los abogados gijoneses en 1999, tanto en 1999 como en los últimos comicios. De hecho, tal es la confianza que genera entre quienes están cerca, que José Joaquín no dudó en postularla como vicedecana en una candidatura que rozó la victoria en diciembre de 2019.
Destacan sus compañeros la calidad humana a la hora de trabajar a su lado, pero también si está en frente en algún litigio. «Es una persona que siempre se toma las cosas en serio, tremendamente trabajadora y muy leal. Alguien de quien conviene escuchar sus opiniones», ensalzan sus allegados en la profesión. Y añaden: «Es una profesional sólida, acreditada y respetada».
Entre juicio, pleito y sus reuniones semanales del Rotary en el Molino Viejo, Morandeira saca también tiempo para otra de sus debilidades: la política. Afiliada al Partido Popular y vocal de la junta directiva local en la sede de Álvarez Garaya. Fue en la lista que lideraba Mariano Marín a las elecciones municipales de 2015 y, de la mano de Mercedes Fernández, se convirtió jefa del gabinete jurídico del PP en la Junta del Principado, donde dejó «una impronta excepcional», hasta el cambio de liderazgo en los populares regionales. Cuenta con muchos amigos dentro del partido, que coinciden en destacar su «tenacidad en los objetivos que persigue y sus ganas de hacer cosas por los demás». «Fue una excelente colaboradora», confiesa una de sus madrinas en el partido. Pero su sueño, desvelan entre risas sus más próximos, es llegar a convertirse algún día en delegada de Gobierno.
Las «profundas lealtades» y el apego a la familia y amigos le viene de cuna. Es hija de guardia civil y tiene raíces gallegas, una tierra que visita siempre que puede. No duda en compartir un café o un vino, pues «salir a alternar» es de las cosas que más gustan a esta mujer que «siempre está sonriendo». La tauromaquia es otra de sus grandes aficiones, tan grande que hasta pasó a formar parte de la peña Miguel Ángel Perera. En general, desvelan sus amigos, «es una enamorada de España y de sus tradiciones». «Es una patriota en el sentido más íntegro de la palabra», resuelven quienes disfrutan cada día del divertido sentido del humor esta rotaria de carácter «entrañable».

Diario La Nueva España

I. Peláez

https://www.lne.es/gijon/2022/07/31/rotaria-tenaz-profundas-lealtades-72016681.html