«De pequeña estaba jugando aquí y ahora la plaza va a llevar mi nombre»
La doctora corverana Elisabeth Arrojo ya puede pasear por el espacio público bautizado en su honor en la localidad de Juncedo, en Molleda.
Desde la mañana de ayer viernes, la pequeña plaza pública situada en Juncedo, en la parroquia de Molleda, ha pasado a denominarse plaza de la doctora Elisabeth Arrojo, tal y como había acordado por unanimidad la corporación del Ayuntamiento de Corvera, en el pleno del pasado mes de junio. El alcalde, Iván Fernández, presidió el acto en el que se descubrió la placa dedicada a la eminente oncóloga, que también estuvo presente, acompañada de familiares, amigos y colegas, entre ellos Beatriz Suárez Baena, presidenta de la Sociedad de Medicina del Trabajo de Asturias; Yolanda Calero, presidenta de la Asociación Española contra el Cáncer en Asturias y Luis Martínez Escotet, secretario general del Colegio de Médicos de Asturias.
Durante su intervención en el acto, el alcalde se refirió a la «extraordinaria trayectoria y logros profesionales» de Elisabeth Arrojo, a la que también elogió por su «profunda humanidad, empatía y generosidad personal» y recordó que aunque la doctora ya había sido homenajeada en 2021 cuando fue nombrada Corverana Ejemplar, la dedicación de la plaza de Juncedo «es una muestra más del cariño y la admiración que el concejo de Corvera -pero muy particularmente su Molleda natal- le profesan».
Por su parte, Elisabeth Arrojo agradeció a toda la corporación municipal el homenaje recibido, que calificó como «un sueño hecho realidad», ya que «de pequeña estaba jugando aquí y ahora la plaza va a llevar mi nombre». Asimismo, también destacó que este reconocimiento «no sea a título póstumo como suelen ser estas cosas, sino que sea en vida y lo vean mis hijos, algo muy importante porque es el ejemplo de que trabajar, esforzarse y hacer cosas tiene sus frutos y es maravilloso».
Elisabeth Arrojo Álvarez es directora del Instituto Médico de Oncología Avanzada INMOA y doctora ‘Cum Laude’ especialista en oncología. Distinguida este año en la II Edición del Premio Nacional de Investigación, Ciencia e Innovación Isaac Peral, cuenta entre otras distinciones con el Premio Nacional de Medicina Oncológica, premio Oncóloga del año 2020 y 2021 y con el premio Europeo de Medicina Oncológica 2021.
Residió en Villalegre hasta los 8 años, pero toda su infancia está vinculada a Molleda, donde el bar Sala fundado por su abuelo era el referente de la vida social de la parroquia, en la que luego residió hasta cumplir los 17 años y a dónde regresa siempre que puede.
Cursó medicina en la Universidad de Navarra, donde fue elegida única alumna interna del departamento de Neurocirugía y posteriormente realizó la residencia en el HUCA como médica especialista en oncología radioterápica, recibiendo la calificación de excelente.
Seguidamente, en el Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, desarrolló una técnica pionera para el tratamiento del cáncer de mama que reduce de 33 a una única sesión de radioterapia el habitual tratamiento de la enfermedad, lo que luego exportó a EEUU, donde fue reconocida como «persona extraordinaria de las ciencias», categoría que otorgan a los premios Nobel.
Pese a todo, Elisabeth decidió regresar a España para criar aquí a sus tres hijos junto a su marido. Con innumerables premios y reconocimientos, continúa su labor a caballo entre el hospital Valdecilla de Santander y Madrid, donde dirige el primer centro de oncothermia en España, referente internacional en el tratamiento del cáncer.
Diario El Comercio
L. V.MOLLEDA.
Foto: MARIETA
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